Cabeza de patata, 2019-2022
Varias teorías afirman que muchos cuadros de enfermedades están causados por la propia mente. Una experiencia traumática puede facilitar el desarrollo de una dolencia latente, como ocurre con algunas afecciones inmunológicas que no tienen curación a día de hoy. El estrés, la ansiedad y el pensamiento circular empeoran sustancialmente los síntomas.
Tras una situación dramática importante, dos enfermedades autoinmunes despertaron en mí y mi salud comenzó a deteriorarse poco a poco. Con el tiempo, me di cuenta de que mi estado de ánimo afectaba profundamente a mi estado físico, así que empecé a investigar sobre el tema y descubrí que había una base médica en todo ello.
Con esta premisa, comencé a trabajar en este proyecto interdisciplinar, sumergiéndome en procesos experimentales que me llevaron a crear dibujos efímeros sobre tubérculos y en los que la fotografía y el vídeo se convirtieron en la herramienta para hacerlos perdurar.
Cada imagen se reveló como un fragmento de una entidad superior. Ese nuevo universo de sombras, que representa lo más recóndito de la mente, absorbió gran parte de mis emociones negativas y me permitió reflexionar sobre algunos aspectos esenciales, inspirándome a virar hacia una existencia mucho más sencilla.
Potato head (2019-2022)
A number of theories claim that many illnesses are caused by one’s own mind. A traumatic experience may facilitate the development of a latent ailment, as it occurs in some immunological conditions that are incurable at the present time. Stress, anxiety and circular thinking make symptoms substantially worse.
After a serious traumatic experience, two autoimmune diseases awakened in me, and my health began to gradually deteriorate. Over time, I became aware that my state of mind had a profound effect on my physical state, so I began to investigate the subject and discovered that there was a medical body of knowledge around all of this.
Under this premise, I began working on this interdisciplinary project, immersing myself in experimental processes that led me to create ephemeral drawings on tubers and in which photographs and videos of the drawings became the tool to allow them to live on.
Each image was revealed as a fragment of a higher entity. That new world of shadows, which represents the recesses of the mind, absorbed a large part of my negative emotions and allowed me to reflect on some essential aspects, which provided the inspiration to turn towards a much simpler way of living.